Bueno, vamos a escribir una historia similar a la de Pepe. Como le comenté a mi amigo el Dragón, no son muchas las diferencias al principio, pero al final, la cosa cambia. A este personaje pongámosle Luli.
Luli es una chica normal, digamos que no es de las más lindas pero tampoco es fea. Es una chica a la que cualquier pibe le da. Luli está en 6to grado y es la primera que hace una fiesta por su cumpleaños. Ella decide hacer una de esas típicas fiestitas en el club house de su barrio cerrado o cantry donde contrata a un DJ y se pasa la noche bailando en el rincón del salón que esta VACIO con el resto de sus amiguitas. Luli está feliz porque es su cumpleaños y está en una fiesta con todas sus amigas (con las que se envidia mutuamente e inventa rumores a sus espaldas) y sus “amigos” con los que habla nada más que en el colegio cuando les toca hacer un trabajo en grupos. Las chicas bailan los pasitos aprendidos de memoria practicados frente al espejo durante toda la semana y deslumbran a los chicos que no se animan a acercarse para bailar hasta que la fiesta no se esté por terminar. Estas fiestas se repiten a lo largo de ese año y del siguiente, donde cada vez hay más gente y más gente apretando y recorriendo las distintas habitaciones de la casa del cumpleañero. Todos están de novios con todos. Una locura. Ahora las ronditas son mixtas y los chicos ya se animan a sacar a bailar a las chicas que se sientan lastimosamente para que ellos vengan y les digan casi en una milésima de segundo “querés bailar conmigo?” esperando que la chica entienda y no le pida que lo repita.
Después de esto, Luli se tiene que bancar algunos meses de pijamas partys porque al resto de sus amigas no las dejan ir al sic. Cuando finalmente va a su primera fiesta en el sic, Luli no para de bailar en toda la noche (primero deja toda la ropa que le juró al papá que iba a tener puesta toda la noche en el guardarropas y se queda en musculosita y shorcito aunque sea pleno invierno) y se sorprende cuando viene un tal Pepe que le toca el culo y lo surte con una cachetada haciéndose la actriz de una telenovela mexicana. Luli llora desconsolada en el baño porque LE TOCARON EL CULO. Las amigas que la acompañan arman un escándalo del hecho y juran venganza. Obviamente, tal venganza no existe (a menos que estén exentas de acción). Esta chica, al igual que muchas otras, decide salir a tomar aire de vez en cuando ya que se sofoca con el olor a pucho y el chivo de los flacos que no paran UN segundo y que parecen no cansarse de apoyarse a cualquier mina que se les cruza. Las chicas miran a estos flacos comentándose lo giles que son y lo boludos que se ven cuando se van caminando, canchereando con sus puchos en las manos y sus caritas de “sabes que te encanto”.
Luli y sus amigas alternan las fiestas del sic con las fiestas de los colegios y obvio que no pueden faltar a las movilizadoras de masas, la del San Juan y la del Santa Inés.
Un par de años después, Luli quiere bolichear. Sí, se empieza a juntar con los amigos (ya su grupo de amigos creció y tiene amigos de todos los colegios) en la sol, para irse a non-stop (o hacerse la rebelde y quedarse tirada quebrando en el estacionamiento de McDonalds después de haberse tomado medio vaso de vodka con jugo de naranja, comprados en la sol obviamente). Ese mismo año, Luli cumple 15 y todos le preguntan “haces fiesta o viaje?”. Luli hace fiesta, así que invita a todo su grupo de amigos, los del colegio, las del club, las amigas de amigas, los familiares, y rellena con conocidos. Sí, Luli se quiere sentir importante entonces termina invitando a gente que no conoce con tal de que su fiesta esté LLENA de gente. Acá aparecen los boludos que lo único que hacen es meterse las flores del centro de mesa en la nariz y hacer muñequitos de cera con las velas derretidas.
Las demás fiestas de quince para Luli son malísimas, porque la de ella fue la mejor. De cualquier manera, no deja de producirse como si fuera la de ella y se pasa días, a veces hasta semanas, buscando un vestido elegante para ponerse y pidiendo unos tacos prestados a la tía. Para las chicas, las fiestas de quincccce son lo más!
Cuando todo esto pasa, ya sus amigos varones empezaron a escabiarse todos los fines de semana y a ella no le queda otra que probar el alcohol (si es que todavía no lo hizo). Ahora sí, vuelven a juntarse en la sol, pero para chupar e irse al prestigioso Ryu donde siguen empedandose toda la noche y lanzándose sobre cualquier flaco que se cruza contándoles su vida entera como si fueran mejores amigos. Obvio que los papis de Luli no saben que ella va a Ryu, ella les jura que se va a dormir a lo de Juani y que solo van a ver un par de pelis. Por otro lado, los sábados, Luli se junta con amigas/os cuando encuentran una casa sola y chupan toda la noche (no hay noche que Luli y las amigas no se pongan del orto y se levanten con resaca, para ellas es lo mas ponerse en pedo! Además parecen re grandes). Si no, se van a alguna fiesta en la horqueta donde luchan por entrar chamuyandose al gordito que está en la puerta diciendo “no pendeja, esta fiesta esta RE puesta y no entra más gente” para que se quieran pegar un tiro. Finalmente, logran entrar a la fiesta y descubren que hay 4 minas y 7 pibes bailando una cumbia de “la época del sic”. Así que pegan media vuelta y se vuelve cada una a su respectiva casa.
Finalmente, coincido con el Dragón en que la edad de segundo polimodal es la peor. Luli nunca encuentra nada para hacer, porque el boliche ya no le cabe y en la mitad de los bares le prohíben la entrada por ser menor, aunque a veces consigue entrar con su documento trucho que le hizo el amigo del primo. En esta época Luli conoce los bares (Duncan, Henrys), donde ya no le tocan el culo sino que se la chamuyan los viejos pajeros que van al bar a buscar pendejas. Es así como Luli encara 4to año, sabe que hasta que no cumpla 17 y saque el registro no va a poder movilizarse fácilmente, ni entrar a ningún lado, ni decirle a ningún patova “dalee mirá, dentro de dos meses soy mayor!” con cara de pobrecita disimulando un pedo de colores. Es entonces que Luli no ve la hora de pasar a 5to año, para poder salir como la gente y como una mina “grande”.
Gracias al Dragón por este espacio que le brinda al lector, un beso grande!
lunes, 3 de agosto de 2009
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jajaja sos una genia, buenisimo
ResponderEliminarcamila
gracias locaa
ResponderEliminargracias joaco
ajaj como me di cuenta que eras vos amiga, buenisimooo tenes mucha razon!
ResponderEliminarasco los viejos de henryyysss
jaja te quiero orsi, si habre compartido esas salidas con voss jaja
ResponderEliminarmuy bueno idola que te animaste :)
ResponderEliminarmejor el segundo, igual no esta mal beso
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