3er testo (Mujeres)

Paso de escribir comentarios anónimos a meterme en una competencia (bah.. competencia) a ver quien escribe un buen texto de la vida nocturna femenina. Lamentablemente la gracia no es una de mi mejores virtudes asi que en eso no voy a tratar de seguir el prototipo de textos del dragon pero voy a ver que sale.
Ush, estoy nerviosa pasaron años desde la última vez que me senté a escribir pero voy a tratar de deschabarme a ver si me animo.
Todo empieza alrededor de los doce años, cuando estas en sexto y te sentis canchera por que te juntas en las calles del club (en mi caso) con chicos que ni siquiera tienen pelos abajo del brazo, pero sos canchera igual, por que simplemente haces algo que no es normal y te juntas con algo totalmente desconocido como lo era en ese entonces para una mujer que fue toda su vida a un colegio de monjas (no literalmente, si no ya saben.. de chicas). Y mas loca te sentis cuando jugas al juego de la botellita y después se lo contas a tus amigas diciendo “por favor no se lo cuenten a nadie” pero , en el fondo, sabes que no hay NINGUN tipo de posibilidad de que no se entere nadie. Al reves, se enteran las mas grandes y por un lado te queres morir pero por otro lado “te encaanta” (aguante al macbajon).
Despues viene el primer novio, que como bien dijo el dragon, cruzas tres palabras en los dos meses que estuviste de novia. Era como una odisea, toda una aventura, ponerse de novia (contarlo, ooobvio), decirle a todas tus compañeritas de la clase que encontraste a tu principe azul, llamarlo cuando cumplis un mes (por supuesto, eso hacen las parejas grandes y vos te lo tomabas RE a pecho) y después cortarle (por que te diste cuenta que en verdad no era tan divertido como parecía).
Los trucos de séptimo. Los trucos mas mentirosos de la historia. Las cartas estaban, las parejas también pero faltaba el juego. La noche se basaba mas en ir a comer unas hamburguesas, mirar un ratito al que te parecia lindo (de lejos, por que ni locaa te acercabas a hablarle vos) y después irte a dormir tipo once, doce como mucho. Siempre estaba la mas capa de todas que hablaba con todos los chicos, y estaba yo, la sinamigas que no se animaba a irle a hablar a nadie. Todas la envidiaban, ella era la maas popular pero eso paso directamente a cuento-historia-anécdota “Te acordas cuando….? (¿?¿?¿? jajajajaja).
No tengo muy buena memoria, pero si no me equivoco después vinieron los asados, cuando ya no se podía mentir más con los trucos mentirosos y tus papas ya se habían dado cuenta. Pero era la misma historia, siempre estaba la mas capa, y el mas capo que se gustaban y todos sus secuaces. Los chicos te “gustaban” pero nada mas por que tenía miles de amigos y era lindo. Aun que siempre hay alguna que otra excepción en que Adan y Eva se conocen a esa corta altura de vida y siguen de novios (casi casados) hasta el día de hoy.
El sic. El maldito sic. Yo lo odiaba pero se por muchos cuentos de mis amigas que casi fue la mejor epoca de su vida. Muchas ya empezaban a chapar, queriendo experimentar cosas nuevas y listas para la reputación que te quedaría para el resto de la vida. Te escondías en la tribuna para nadie te viese (¿Quién quiere que te vean chapando la primera vez? No , gracias) y salías a hurtadillas para que el guardia no te viese y no pasases un papelón teniendo que explicar que hacías exactamente escondida con un chico ahí).
Cuando terminó el sic y vino el verano ya muchas nos empezamos a hacer amigas del alcohol. Aunque te terminase clavando un cuchillo por la espalda cuando tu mejor amigo se convertía en el inodoro que hay en el baño de eme club, al día siguiente seguías haciendo competencia de quien tomaba mas tequilas antes de vomitar. Agh, desagradable la verdad.
Empezaba noveno, y ya estabamos mas grandecitas. Ya no salimos con jean y remera, ahora se acercaban los super vestidos hasta el piso que nos marcaba todo lo que todavía nos falta tener. Aprendiendo a caminar con tacos, aun que la fiesta fuera en un jardin y la aguja que tenías pegada al pie se te hundía en el pasto. No pasaba nada, eramos todas unas ladies. La noche terminaba de diez si salías con el saco del chico que te gustaba (si no era del que te gustaba tambien estaba todo bien.. significaba que habías tenido buena onda o que un chico gustaba de vos).
Ryu. Primer boliche de verdad como bien dijo el dragon. Y aca no hay mucho mas que agregar, hacíamos todo lo posible para entrar gratis y si tenías un contacto para hacerte la capa y pasar por al lado de todos los boludos que estaban en la fila, mejor. Entrabas, ya eras enorme, te podías comprar una cerveza y estaba todo bien, pasaban reguetón y aprovechabas para menear hasta donde te diesen las piernas, salías afuera, cruzabas el puentecito, chamullabas, te sentías un poco linda, tomabas aire y retomabas las pistas. Si eras un poco mas loca de lo normal, de cruzabas a Coyote corriendo para que no terminases violada en una zanja y en el boliche cerrabas las piernas no sea cosa que un coyotero pasase una mano disimulada y te contagiase ..(libre interpretación, eramos unas completas ingenuas igual) Siempre mirando la hora, no sea cosa que te deje el Bondi escolar que te llevaba a la Sol y tuvieses que pagar un remis de 50 pesos. Atentos, siempre estaba el capo que iba hasta San Miguel en auto, y que le rogabas por favor que te llevase. Si tenías suerte, tenías vuelta si no, a dormir la siesta en la catramina con los borrachos que te escupían en la cara.
Cuarto año.. No me acuerdo. Mierda le voy a preguntar a una amiga. Chic? No, eso fue en quinto. Aca me dicen un poco de Coyote pero cuando se volvio un poco muy salvaje para nuestro gusto dejamos de ir y pasamos al famoso boliche pilarense que estoy seguro que el dueño no daba ni medio centavo por el éxito que resulto teniendo Cuernavaca. Y ahí estabamos en el medio , ni eramos chiquitas ni grandes. Cuando teníamos pilas era Pilar, y si no no voy a decir YouPorn por que comprometería a mucho de las mujeres que todavía esconden el disfrute nocturno pero si nos juntabamos a pelotudear y hablar de chicos mientras ellos se pajeaban y jugaban al famoso juego que embobece a todos los hombres de la historia, el winning eleven.
Seguiría quinto año pero por dos razones no lo voy a hacer: me acato a la consigna y no fui muy participe de las pistas durante ese año. Ando recuperando el tiempo perdido nomás.
Valga la rebundancia (¿?¿?¿?¿?), no se entusiasmen con lo de youporn era un chistecito de mal gusto.